No es cierto no es cierto no es cierto, y no aclaro
sumo al desconcierto del lenguaje
la burla la chicana la palabra vaciada
prueba carga presencia de corbatas
soirees, trajecitos y funcionarios
calores agobiantes del trajín céntrico
insufrible hormigueo de doctores
saludos de rivalidad disimulada
manos manoseos manotazos manijazos
son desmanes de tramos entre fojas y folios
traslados copias oficios
me notifico
fico tranquilo, ya sé que es esto
circo de muecas y torsiones
lágrimas pintarrajeadas para la impresión
escenario de cafés y mozos
danzan el pas de deux o folie a deux tribunalicia
doctor, doctora, vuestra señoría
honores sumergidos en la nada
tanto para tan poco, justicia diluida en aguarrás
colores pálidos como sus rostros fuera
antes-después de la noche
soñanado ilusiones perdidas
no es cierto, no es cierto y no es cierto
que así sea la justicia.

San Martín peatonal

Su aroma recobra cuerpo
esquina de papá en café
treinta años antes ¿o después?
busca sweaters ávido de regalos
una nueva vuelta en la barra parado
un día de sol lo marcó a fuego
disfruta ahora del fresco nocturno
corro detrás, sigo su estela, huelo
revive en esta tarde, trasciende
¿será eso paternidad? ¿recuerdos en otro?
me plaga de preguntas y sospechas
cuerpo vuelto cafetal
azúcar en sobre con leyendas
o en vidrio con tapa y vertedor metálico (todavía se usan)
un padre tomado a sorbos mientras está caliente
en la añoranza que se enfría
como yo
esta tarde a media sombra
te huelo
acá nomás.
Comen comen comen
no se miran / no se hablan
(ni a ellos mismos)
mudos testigos de su aburrimiento
fideos, tostadas, grisines, bifes, vino, helado, ravioles, soda, pan
no se preguntan nada
sólo la moza es interrogada
parca, danza la interesada
espera su tributo (¿la propina?)
silencio roto en sus apariciones
ni exclaman ante la cuenta
oh, que barbaridad o qué barato con todo lo que comimos
se agotó entre comidas
todo pordecir
el gesto mínimo
el agotamiento aburrido en sus caras
interpuso hábeas corpus
estremecedor de la muerte
(del amor) en vida
la mesa rebosante
de mudez.
La última palabra, si se pudiera anticipar, es la que rebalsa el océano y entonces en medio del ahogo de esa contenida respiración, del manojo de músculos entripados en la garganta, comienza el braceo. Aspaviento de brazos, lo sumergen al mismo tiempo que lo hacen flotar en ese espanto. Los ecos en el agua no se expanden, excepto los gritos desesperados, las voces explosivas y los verbos desgarrantes[1].
Sin naves próximas en auxilio, ni almas que observen las posibilidades de una tregua para ese hundimiento, todo es una pesadilla –un todo- que se va desplegando en una tonalidad tan luminosa, como si la ceguera pudiera resultar de ver el universo entero al mismo tiempo, un resplandor que al anegar los ojos, los hiriera, primero ultravivos, y luego los asesinara impiadosamente por arribar a ese saber tan concentrado.

Coro I
Mar dulce
destino de ciegos
me persigno a través de los postigos
juntos con los
vecinos
viejos
hijos
viudas
los espigones me impiden
ver inescrutables moléculas
las estructuras inasibles
de lo que fue sólido
sólo palabras saladas
mojadas

Veneno que mata por contacto.
Se preanunciaba en la indiferencia burlona, en las sospechas cuasi paranoicas, en sus miradas de dominio[2].
Braceo, agua que se cuela por los poros y el aullido que indiferencia.
Braceo, aspavientos, hélice descontrolada, todo su cuerpo es una máquina deshecha anegada en su fango, cava su fosa con prontitud, aún sin quererlo. Bracea, palea y se hunde.
Sus golpes llueven, su boca no se cierra y tarde el otro quiere volver el reloj atrás, deshacer ese mar de lodo y porquerías. Nada es posible.
Existe un resto de esperanzas.
Esa es la humanidad más humana, tan humana como la ferocidad asesina[3]. Los animales por su territorio su hembra y crías no ceden. Pero si el que amenaza se retira, no lo perseguirá a su congénere hasta matarlo. Simplemente lo dejará ir.

Coro II
Jadeo, gimo
no llego en este frío julio
al espectáculo sin butacas
espías satélites globos aerostáticos
no puedo elevarme
desagarrados mis pulmones
anquilosados de odios y edades

El brazo, el aspa, la turbina.
El ruido no cesa, la degradación humana no es un retroceso a lo natural.
El odio, la mirada frustrada, el mar de indignación que asfixia, todo está en el templo del ser que es la mente, y allí no hay más que palabras agolpadas, esperando su turno.
Trata de emerger.
Es tarde para el guardavidas, las estocadas del amor traicionado, ganchos donde cuelga el orgullo, son cuchilladas en el corazón[4].

Coro III
Mi esperanza es malévola
la visto de san telmo y piedra
caballos clavados en su cuerpo
no entrego la sortija
no entregaré otra vuelta
ni como dádiva de calesitero
pondré el candado
encadenado
no entraré nunca más

Silencio. De una muerte en vida. Una jubilación del afecto sincero. Una desgracia que se repetirá
hasta que la muerte los separe. O una última palabra

[1] puede ser que los susurros de amor tengan esas mismas propiedades, no lo sé
[2] la mirada es un instrumento muy bien usado por poderosos y rabiosos
[3] mal llamada violencia animal (aprecie el lector que los animales no tienen por ejemplo "sed de venganza" en el siguiente video. Lo único que hacen es proteger y protegerse http://www.youtube.com/watch?v=LU8DDYz68kM)
[4] sin salvación, el mal devolverá sus cuerpos, exhaustos a la orilla más cercana.
Escribir es un viaje entre una palabra y otra. En un extremo la palabra desata la recorrida, se espera la llegada al otro lado, a través de caminos que se van abriendo. Se bi furcan y se tri surcan. Más aún todavía: reversibles, borrables se construyen al paso.

Sentidos vacilantes ante la palabra próxima.

Un sustantivo es un llano: no se detiene el ojo.
El adjetivo: una serranía que invita a ser escalada.
En la bajada, el gerundio desliza: derrape sin paradas, picadas ocultas en el camino de ida.
¿O es otro el viaje? Recorrido de letras en las palabras, la alienación que se alinea en un cambio de lugar. Lo ajeno que se vuelve propio. Se aleja de mí, me abruma en los estribos a que acudo para cabalgar las palabras.
Las pego y las desabrocho: sexoprosa, di.amante, poemoroso, tri.quiñuela, cuadri.látero, difamina.
Escribir: incesante esfuerzo plácido por generar algo ido antes de llegar.
Cuando llega, es tarde para darse vuelta. El camino está hecho, o ya fue transitado por otro, un desconocido,

un precursor

en otro viaje.
¿Habrá un asilo de sentimientos, herrumbrados, solitarios, despojados de dueño; donde el amor no correspondido se limite a una salita con tevé (blanco y negro); el fracaso se pasee con bastón de tres patas; las ambiguas enfermeras imploren por quienes perdieron sus hijos, dejando que sus gritos se esfumen en medio de esa oscuridad de persianas bajas; y los lamentos de quienes estiraron sus vidas, para nada, vanamente, sean escuchados sin sentimiento por cuidadores eventuales, almas caritativas sin espesor?
Nadie se sobrecoge allí ante semejante desfile - tanto despojo de corazones – No pide un minuto de silencio en esa penumbra de puertas que no se abren. Nadie visita ese depósito. Ni siquiera los que sobrevivieron al hastío de este basural, para tirar de costado como quien no quiere (la cosa), el deshecho de los cuerpos trasegados de somníferos y ansiolíticos, los que impiden rozar la humanidad más finita,
casi ínfima
la que no logra despertarse en los vacíos pasillos y pide su desalojo de este asilo arrumbado.
Infierno de los acabados.
Espera poco estimulante, sillón que no es para eso, amplifica el desamparo menos solícito. Eco de desinteresadas secretarias, tu caso es uno más: jajajaja, : y ya entiendo, : claro como no.
Ahora es mi turno, pero los pasos son del que no es, madera con zapatos nuevos, taconeo inútil. Una jornada se escurre, laboral sin producto. Se estremece a un lado el desahuciado, en la silla de mimbre desvencijada, moviliza y convalece dolencias: palabras asesinas con virus anónimos.
Tétricas miras, introspectivas (sin justicia), impiden la restauración o la cura. Mmmm (este sillón me deshuesa, me desmuscula), cuando uno no quiere, no pueden dos, sentencia. Asevera: in fine.
No puedo airear mis pensamientos, se aferran a esa madera, taconean entre mis ojos. Ahora es mi turno, pero lo pierdo en el mareo de no entender mi nombre. Ya no soy más que legajo. Este sillón se achica, como cuando las paredes se estrechan, mi vida se acorta, se angosta y me derramo líquido, mercurio deshecho. Ya cerró la ventanilla: jajaja: y ahora estoy ocupada.
Vuelva mañana. Si puede.
Yo lloro debajo de mi nombre
Alejandra Pizarnik
Prefiero que me digan que no me quieren, a que me digan que no me creen.

Si no me aman, puedo resignarme, ¿quién me creo? No soy, ni por asomo el cien por cien para todos. Un poco (lo confieso aquí, entre vos y yo) prefiero ser amado. Pero puedo huir del compromiso. No amando, puedo escapar del amor.Desespero pataleo me crispo revuelvo, cuando no me creen. Me hundo, sin razón, excusas, derecho. Así, como vengo. Si descreen de mí, no hay escape-salida, revancha-retribución. Lamo las heridas con sal, es doloroso, es baño ritual que termina con pocas vendas, expuesto, vago, disgregado. Los ojos sin órbitas.
Temo la caída ancestral, la de un acto confuso, un edén desnudo, en que nadie pregunte con sinceridad, y en que al mismo tiempo esperen ser sorprendidos con mi respuesta inesperada. Se sabe allí de la mentira, del asesinato de toda una descendencia, perdida para siempre. Y el llanto más diminuto, el que se esconde debajo del nombre, es una lágrima que se derramó en la envidia. Sin marcha atrás, sin reversa en una película que sólo puede avanzar como el tiempo real.
Creo que me creen y por eso miento.
Me desangro a escondidas, en los rincones del amor correspondido, buscándome en la mirada encendida de quien aún no sabe quien soy - pura fachada -
Y de noche lloro, tarde para arrepentimientos, debajo de mis nombres.
Me siento bien, derecho, levemente
caigo por ese hueco imperceptible
cascotes, me arrancan las uñas
despedazo cínicamente al adversario
huelo su palabra, la dejo pasar
combato cuerpo a cuerpo, piedrazos
aplaudo los éxitos etéreos sutiles
momentos extáticos despegados
ladrillazos, en medio la lengua floja
quiebra suave, fija duro
otro que pasa al frente
ambiguo esculpo con el ojo
guiño al resto, ceño y señal
sumo los trastos, otro tiro
al frente
sentado bruscamente, curvo y torvo
quiebro la línea
aprendo a callar.
“Take a sad song”
Cubremanta electriza mi piel, descarga
negativo imantado adherido aterido
me sumerjo en aquello, renazco por segundos
nada visible
me largo al tobogán húmedo
resbalo de tus brazos (soñados)
distantes, me expulsan haciarriba
polo positivo, vuelo sin arraigo
¿estaré justo al límite?
¿en qué punto se desmorona todo?
repetición de retornos
precipicio descargado en mis espaldas
recreo de horas, patio silencioso
extraño sencillo imposible
triste melodía arrebatada
no vuelve al mismo lugar descorrido
colado coraje
sin asiento fijo en la fila de mi vida
lamentos sin pedidos, esfuerzos torpes
para no dar un paso, en falso
al frente.
Te sumerjo y flotás
globos burbujas llamas
remolinos sin centro, todo
húmedo, la voz en off
busco palabras entrelíneas
un cúmulo en que apoyar mi algo
los brazos te amarran
para que quedes, siempre que sea
posible.
Vino regado
especias mimo olores
risa sofocada en el labio
habla monologado, lamentaciones
jornada de agobio estrujada al límite
vasto trampolín flojo
salto ornamental miasma deslimitado fluorescente
gesto otro labio
nada queda por decir
luces pestañean, arrullo
corazón acompasado, danza que cesa
pronto y tanto en el tiempo, sin duda
perdí la cuenta
Despertar de hotel
cerrado, aislado, cortinado, pesado, black out
tardía tráquea estrechez
lejana visión
mucha risa: con nadie
superficialidad: pálida, sin tinte
emblema, logo, marcado
mundo de cartón vidrio
millones de millones
galaxia desértica de seres íntimos
lucran con mi desinterés.
Ruido iluminado insonoro
estrella fugaz
destella mi cuerpo
cielo claro susurro estival,
ensordece un grillo, brillo caído
a un lado color en la noche
ilumina tu cintura: arco desplegado
a dios cede disparos en reversa
secretos
es luz eternidad resumida
mini segundo, entrega impensada
abovedada entre planetas
mi horóscopo nulo, suerte echada, carta viva
astralidad convergente
sobre mí con vos
a solas.
No trago su pregunta
despierto en carne viva
conciencia agitada, exaltada
¿pasó algo?
yo no puedo casi conmigo
vuelve la letanía preguntosa
una piña al ojo por una palabra
en el espejo del ascensor me duplico
deslumbrado en mi violencia contenida
en el puño, en un ojo roto
escapo la revancha, el retorno resentido
escupo el sueño sin aliento
trago sus efluentes, detritos
amargo reflejo
quien no quiero ser.
Me gustaría ahora
abrazarte
deslizar suave sigiloso
olerte toda fragmento a fragmento
un hombro los cabellos ese íntimo (pliegue)
destape arremetida censura
perfume que resiste la huida
adherido a mi cuerpo
se cuela, percola, perfora, retorna
emociones de frente
nublada para confinarte
en éste
rincón de mi cama
toda para mí
aunque hoy no estés

y no te apreso,
lo opuesto
no puedo evitarlo

me apresto
todo
para vos.
Fresca lluvia
verano salpicado
húmeda orilla de una playa cada vez más conocida
alma impensada revuelta de espuma
los pies esquivando los embates
del fluir y venir (intervalo sin tiempo)
recreo de ojos con ojos
un beso enroscado
no se cierra en el gesto
velas con media sombra
intriga para el conocimiento
avance a tientas (¿quién serás?)
ahora que ya no estás
te busco en el perfil y una silueta
aprobada entre soles
y lunas que huyen del horizonte
en el pálido amanecer
tu cabello vuelve me impide
dejar lo que siento
expresarlo
cómo

para siempre
entre mis manos latiendo
en el pecho
El sol atraviesa los espesos cortinados
del lujo imponente, la torre en que me siento
mi vista se perturba en la pantalla cegada
y no puedo sino ver lo que se va descorriendo
en el camino del horizonte
añosas perforaciones en el sitio dedicado
enroscados peñascos sin verdín.

Algunos pueden (yo le temo al mar)
bordear costas sin fin / dosificar sus esfuerzos / paladear la llegada
brujulean hacia un remanso
las estrellas marcan a fuego el sino.

Sentado trato de ver si veo
floto en una mecedora sin apoyo fijo
un contoneo me humedece.

El sol deja su lugar a la luz.

Y en la recta al faro
hallo por fin
un punto de sustentación
un punto, apenas.
Desflorando la senda
hastío opuesto al vigor
tu ausencia no se deja
sufrir (suena cursi, pero es posible)
acá en medio de la nada más transitada
la ruta del ida y vuelta.

Los demás duermen, no me registran
bostezan se revuelcan, giran sobre las agujas del tiempo
que no pasa, no cede.

Tan poco sentido acompaña mis sentidos
sumerjo los dedos en mi yo
(los árboles pasan raudos por la ventana
la cortina está sucia
el nene de atrás habla en media lengua, me dia da dá)
Recupero lo que puedo confesar de mí
nada viene, falta más fuerte,
deuda deducida
ahorro entre mis letras
encarnada en mis manos, yo
vivo en medio de esto
(el deslizamiento sobre el asfalto me fuerza
sobreimprime mis palabras, hace frenadas, pisadas a fondo)
creo que estaré del otro lado
si llego, presente.

puede ser cliché, pero me encanta y lo comparto

Se subsume a mí
deleita, deja manchar
manteles, sábanas, espacios
ruge ríe rasca
ronronea girando sobre sí
sólo se sumerge en mí.
Me veo en tu cara, ahora
y yo, desnudo desanudado
quien versea poetiza
entramado en sus propios labios
se deja mimar por sus entrañas
acoda en los mares del pecho
un lamento que no halla métrica.

Tu resfrío puede ser tristeza rebelde
a todo tratamiento, es congoja
que llena todo de lágrimas
no deja respirar.

Tu angustia transversal, repta
se inmiscuye en mí
inerme, desvalido, mudo
deja de lado, transmuta la caparazón anterior
y ahora busco las olas sin fin
solo
salado y solo.
Si esta noche fuera
eternamente larga, por deseo
me sumiría sin propósito
en sueños desvanecidos
sin yo sin otros
imágenes deslucidas
narcotizados fuegos de artificio
inconfesables murmuraciones
rumiantes obsesividades recurrentes
simulados cierres nunca concretados
por deseo
y aún vegetativo, uñas y cabellos
no me enteraría del final
por puro
deseo.
Usted no vive Giordano: Usted se desvive. Hay que gozar el momento que no vuelve.
Todas las horas hieren, la última mata”
César Aira. Los misterios de Rosario.

No me desvivo
al durar vuelto fugaz
desembargado pecho que se amarra
sin éxito
sendero escarpado
encrespado tormentón ¿la lluvia vendrá?
anuncio sin desencadenar
entorna el horizonte desembaraza lo suspendido
revive a mí en el tiempo
carpe diem sin convicción
la última hora mata
si no es en la víspera.
Todo lo fluido se solidifica
tarde o temprano se congela
el primer amor que deviene recuerdo
el brillo en los ojos que se opaca
la alegría que se suelda en instantes
el sonido crispado por el silencio
el silencio acribillado por un grito
el grito ahogado por la vergüenza
la vergüenza estropeada por la soberbia
la soberbia destripada por el fracaso
el fracaso atribulado por el aprendizaje
éste congelado en la sabiduría
que se sabe sabedora
y se hinca ignorante
ante lo fluido
que podría ser.
Me molestan pocos climas y temperaturas
excepto temperaturas y climas
que se complotan en mi contra
la humedad extrema cuando quiero sábanas suaves
la sequedad aguda cuando deseo un brillo acuoso
el calor agobiante cuando aspiro a un té caliente
el frío intrusivo cuando anhelo una escapada
la lluvia parpadeante cuando me visto de fiesta
el sol a pleno cuando quiero manejar
es sólo que no me gusta
lo tan personal del clima
su capacidad de quebrar mi razón
la que dice que no hay nada personal
que es una sinrazón azarosa
que pone algo en mi camino
un abrojo en el deseo.
Cómo es un viaje ejercitado
un simulacro de poema
(escribir a pedido)
liberado del designio
recorro versos a punta de pistola
(la del poderoso)
me corro del centro de la escena
despojo al Otro de investidura
(me lo imagino en el baño. Es mortal)
se mira impúdico en el espejo
ufanado de su grandiosidad se besa
(es todo vano, la mortaja no tiene bolsillos)
de a poco comprendo a los dioses
apresados en la mentes temblorosas
(qué pueden hacer desde el Olimpo más castrador)
se persignan con recato en su vía crucis
se mezquinan las plegarias
(así fueron siempre las religiones)
prédica desértica y seca
un oasis no lo espera
(la vida termina allí en la esquina)
de pura omnipotencia en la tierra
es donde caen de rodillas
(es el final del viaje)
(de todos los recorridos)

Ejercicio: Carta de Amor

Estas cartas, inspiradas en algunos términos de "Fragmentos de un discurso amoroso" de Roland Barthes, no tienen destinatario.
Son ejercicios y por si al lector le quedan dudas, va este epígrafe de remate:

“Soy autobiográfico de igual manera que un sueño transforma las experiencias y las emociones todo el tiempo”
Ingmar Bergman. NYT. 30.4.1995
I
Mi amor:
No creo que un libro sin dedicatoria haya sido el mejor regalo, pero dejame que te explique qué me llevó a hacerlo. Ante todo, el libro mismo. Es mi todo, te di a mí mismo en él, porque no fue el azar el que me llevó a elegirlo. Allí estábamos los dos, dedicados uno al otro, en gestos sacrificiales que pude ver deslizarse en sus páginas, como la atadura de Isaac. Y vos sabés de mi agnosticismo, pero sólo una intervención milagrosa podrá desatar lo que está tan unido entre nosotros. Un libro como éste, sobre el amor mismo, puede y debe ser eso, un texto al que no se le superponga otro texto. No quería hablar del amor y sobre el amor, porque eso es lo que hacen los amantes justo allí cuando perciben próximo el fin de la fascinación y el comienzo del desencantamiento. Entonces las palabras quieren o pretenden llenar, hablando del amor, una deuda que si se cristaliza devendrá exigencia, protesta, queja, y de extremarse, traerá la falsedad y la mentira.
Pero, ¿por qué la deuda en esto de sentirse amado? Esto es muy personal, mi amor. Te lo confieso. Es la deuda de la soledad, la sensación de envejecer aislado, la pérdida de sentido que me acecha en cada anochecer, justo cuando estoy entrando en lo que debería ser cobijo y se transforma en trampa: mi propia cama. Antes pudo haber apuro cotidiano, el mareo del alcohol, una cena abundante y hasta una buena lectura, pero si nadie me abraza, me mira o se deja mirar cuando se desviste en su gesto más ingenuo, ya sé lo que me espera. Los fantasmas del insomnio se preparan y regocijan, el sobresalto seguro tendrá un instante en la noche y vendrá el despertar solo, solo. Sin cuerpo, sin olor a piel próximo, me fastidio y no pocas veces hasta un sollozo queda ahogado en la ducha matutina. Eso es no tenerte. Eso es no sentirte.
Por eso, porque mi amor no es fetiche, no llena lo que falta, sino que es en sí, lo que está y no admite otros gestos, es que esta carta no dedicatoria acompaña a un regalo, que soy yo, para vos, todo.
No es sobre el amor, es el AMOR mismo.
II
Querida:
De qué otra forma comenzar, sino haciendo referencia a esta catástrofe. Este atolladero, al que ninguno de los dos le ve salida, lo vivo con una resignación activa que me corrompe lentamente por dentro, me corroe como si yo mismo fuera un metal oxidándome al aire. Me recuerda los marcos de las ventanas que dan al mar, de esos balnearios que nos gustaba visitar juntos, cuando el sol del verano revelaba impiadosamente el paso del tiempo, el largo abandono del invierno y la indolencia de aquellos que debieron ocuparse de proteger esas expuestas superficies. Y no lo hicieron. Como vos y yo. Dejamos que esto que nos unía se fuera deshilachando.
La ternura, que siguió a la pasión que nos dominó y nos tuvo raptados tantos años, también ella fue perdiendo sentido. Ni siquiera rompimos en sollozos en nuestra despedida. Por eso la palabra catástrofe pueda parecer exagerada. Su sonido convoca dramatismo, pero vos sabés que no soy de los que quieren impresionar con las palabras, pero hay algo que me atrae de ésta: catástrofe. Es que no debería sorprender cuando uno analiza las condiciones de su creación: un tsunami, un tifón, un huracán y hasta el calentamiento global parecen ser inevitables, y quizá sea cierto, pero eso no quita que los hombres puedan evitar agravar sus consecuencias, si se ocupan de ello. Y eso no lo hicimos. Vos no. Yo tampoco. Dejamos que el frío irrite esa tercera piel que habíamos generado juntos, esa especie de membrana que nos hacía parecer invencibles, imparables. Nadie veía cómo se iban dando las condiciones de un terremoto silencioso, que en breve iría a inundar todo con su empuje en el mar, quebrando terrenos, dejando lóbregas tierras que antes eran dulces, y haciendo que las construcciones más sólidas parecieran meros juguetes que dedos gigantes demolían sin piedad.
No sé qué decir de mi amor. Pareciera haber sido inundado por esas monstruosas realidades que nos trajo la vida. Y ahora no recuerdo qué era amar.
Me sale una lágrima, triste, melancólica, como la que ayer se me escapó en esa escena en que él le decía que no la amaba, pero le mentía. Ella lloraba. Sabía del engaño. Así es esto. Ninguno de los dos puede asegurar qué es verdad y quién miente.
Estamos así, lejos, ahora sólo una carta que alguien podría llamar de amor, puebla este páramo de silencio. Me fui y vos te retiraste antes todavía.
Te quiero, pero no lo sé.

él yo

Somos dos luchando y conversando
rebatimos argumentos con ecos insomnes
desfilamos en sendas tanquetas acorazadas
rebotando disculpas quejas clamores
sin voz dosificación del aire restante
nos impedimos el sueño, el paladeo, el instante
rechazamos el éxito, la alabanza, el halago
nos sumimos en abigarradas intestinas
desproporcionadas
amenazas

y vencer es un acaso
ser vencido imposible
nos confundimos
somos uno

Yo

me deshago con cada tierno abrazo
eje, plexo, centro solar
lava, marejada, salto al vacío de corazón
sin cordel ni aparejo
fe o fue
conmigo mismo

Él.
Un caballero de armadura lustrosa
superficie inacabada para reflejo ajeno
se calcina al sol en verano
sus bordes lo irritan en el frío
tornillos oxidados yelmo inarticulado máscara de hierro abulonada
un fiasco
se encuentra
cuando el vacío revela
inconmensurable soplido, un agujero sin eco
macizo de sentimientos postergados, apenas sonrisas
dibujadas en el esqueleto sin trazas
cenizas volando de un caballo
que no lo sostiene
se cae de su imagen
y no causa gracia.

Pienso en empate y me despatarro
no es victoria a la troya
ni derrota a la pirro
es un gol demás o en contra
un monstruo peludo en ojotas
grita a los contendientes
el tiempo “out” y fuera de línea
levantaron los arcos vaciaron las tribunas
a quien mira en los ojos
para qué pelea sin cielo sin infierno
un tanto, un doble, par y strike
me cobraron mal, me pagaron de menos
se quedaron con un vuelto
y ya nadie mira, a quien le importa lo que trona
patadón para penal
eco sin resonar, ahogado disfónico
manotazo de ahogado
entre luchas fatuas y fuegos
fugaces.
Las ideas rebOtan y rebOtan
re bOtan y se embOtan (cOmO este embOtamientO en el textO)
se pegOtean sin intersticiOs
nO es asOciaciOn sinO cárcel sin númerO
súperpOblaciOn para pOcOs espaciO sin circulaciOn
pesadilla de OjOs abiertOs (en par)
bOtan lO útil, desagOtan las ideas
me atan pOr asaltO (es un rOdeO pOcO sutil)
pOtrO desbOcadO en un día tan pOcO vividO
viciO embotelladO
cOmO geniO
DE MAL TALANTE.
Mitades en estropajos deshabitados
estornudos pegajosos de las toses
multitudes que se agolpan olorosas
distinciones sin terminar
a medio caminar casi galopando
se machucan las convicciones
convictas encerradas
perpetuadas espirales diminutas persistentes
evaporadas en formas imperceptibles
me muevo sin dejarme tocar
evitativo escabroso paranoico
miro para atrás, vienen hacia mí

ya no puedo

impedir lo que es destino
ni permiso para crecer
incubado extraño
aunque más no sea
entre colchones y escaras
cicatrizan luego de postrado

ya no diviso lo sano y lo insano
cuerdos locos

y mi impropia disolución.

Anatomía


Muevo las manos para ventilar las palabras
apoyo para sentir firmeza y lo expreso, venteo
me pongo y saco estos anteojos
“de cerca”
sin tirita pendiendo del cuello me dan
tristeza o depresión
un señor solo atendiendo un negocio de barrio
es domingo y si hace frío o calor, ya no importa
está solo vende poco
se empobrece estando ahí.

Me refriego los ojos con las manos fuerte
no aquieto las manos
las suspendo en el aire
aspavientos que veo cuando veo otras
las de Karina llevan y traen inexistentes objetos
(deben ser palabras de viaje, como su literatura)

Crujo el pie derecho sus huesitos están sueltos desde el esguince
(el izquierdo debe estar solidificado o en desuso)

El dedo en la oreja sigue el viaje
cera
o restos del gesto gratuito toma sentido.

Mi estómago me habla siempre
epicentro de terremotos emocionales
me deja en paz cuando llego
cruje, se retuerce o arde, antes, sólo antes
en la inquietud de la espera, incertidumbre de lo inasible
otro decide
hablan mis tripas mientras el otro calla.
I
en la boca del estómago traidor
malevo interno
toma por sorpresa
estrangula allí la garganta
clava su filo en la sien.


siembra dudas y cosecha tempestades.

un rayo de luz atraviesa
prende al ojo
que mira para sí
lo que parece venir de fuera
se hace carne
palpita en el alma.


latido que retumba ahogado
toma el cielo y se estrella

II
bramido sensible desesperado.
atraviesa el cuerpo
se proyecta como rayo
donde ya hubo otro,
otro

vuelve a empezar.

me atemorizo soplo rechino
aprieto jadeo, asfixia y corrida
estrujo los dedos, me sangro
muero evanescente

cuántos miedos?
miedos que son míos
miedos medios de ser yo
tan pero tan
tan yo.
Cómo es un viaje ejercitado
un simulacro de poema
(escribir a pedido)
liberado del designio
recorro versos a punta de pistola
(la del poderoso)
me corro del centro de la escena
despojo al Otro de investidura
(me lo imagino en el baño. Es mortal)
se mira impúdico en el espejo
ufanado de su grandiosidad se besa
(es todo vano, la mortaja no tiene bolsillos)
de a poco comprendo a los dioses
apresados en la mentes temblorosas
(qué pueden hacer desde el Olimpo más castrador)
se persignan con recato en su vía crucis
se mezquinan las plegarias
(así fueron siempre las religiones)
prédica desértica y seca
un oasis no lo espera
(la vida termina allí en la esquina)
de pura omnipotencia en la tierra
es donde caen de rodillas
(es el final del viaje)
(de todos los recorridos)
De separar se trata, va y viene
arrincona para que adquiera sentido.

Se escanden. Hienden lo sólido para generar una raja, una ranura,



Espiar una puerta con manija del otro lado
tajo en el ojo
una llave larga, corta
al que se atreve más allá.

Cuchillada de guapos o gauchos. El negro espera en la llanura.
Separado
Una muesca habla de otro más.
sé parado
Un muerto. Es guerra cuando es pequeña la diferencia.

Guerra del cerdo
generaciones se odian
vomiten el fuego
no lo alojen en las entrañas

Separar para criar.
Lo que dejamos es más compacto, menos distinguible.
Quién puede saber.

Versos encabalgados
se montan uno al otro
se poemiza el sexoprosa
se prosifica lo poemático sensual

Zentido de calma. Ahora es la clave del tiempo. Separa el pasado del futuro. Ahora.

Contaminado lo común
inmunizar lo que ya no es comunitario.
Indemne se aleja, se arrincona.

Ojo bizco
escapa de la órbita
mide lo que se comuniza.

Ahora no es pasado.
Crear al retraer
dejá que al no ser
sea.

Expone lo oculto, cuando se oculta lo junto.
Duelo
alejarse para vivir separar que no es melancolía.
Relegar sin que se sienta mal.
abandona
un acto de justicia.
que fluya,
dejálo
enmudece ya.

fluir

Atrocidad desesperante
de escribir sin objetivo
fluir sin sentido
cadáver exquisito
con flores malditas.
La cabeza gacha
las manos agarradas
de un lápiz que descarga
furias en plural
sobre renglones amenazantes
que desafian a seguir
que obligan a frenar
a cada instante
para retomar en el siguiente
y escupir nuevamente
lo que se atiborra
en lista de espera
interminable
pujando-pulsando por salir
y llegar a la vida
en un acto
que no cesa ni deja
ni se deja

Atraviesa como un rayo la cabeza
baja desde el corazón
quizá allí mismo empezó
con un trueno
y relampaguea en la siniestra
que es mi mano diestra
burbujea en un mareo
rompiendo la monotonía
del segundero inerme,
olvidado y desplazado.
Es un tempo sin tiempo.
Una música azarosa que nada puede callar
salvo el renglón en su finitud,
la muchedumbre en la espera
el amor que mora en su falta de respuesta
y el horario.
Ellos pueden conflagrar
deflagrando cesan
la creación
personal/
íntima/
secreta.

( )

despertar húmedo
tembloroso piel con piel
aromatizado por nocturnas telas
sábanas ausentes de yo
perdidos en la nada oscura
intervalo perdido arrebatado
a conciencia
marca la lentitud sella la proximidad
surgente
eriza descubre explora
pegoteado silencio en el aliento
momento único rubio
envuelve terso
lento me desovilla
entreteje mi deseo
candente a perpetuidad

Preñado

Flota
en el ser amarradas
innúmeras nubes ectópicas
fuera de si
desaforada estrafalaria
sustenta lo que desatina
en brevedad
conVerso de múltiples expresiones
deformado
esponjado etéreo inasible
cargo miradas
ingenuas exegetizadas
babélico maldecido
lenguaje dios iracundo
nombre impronunciable
recupera inexistente
estado mudo en ella
desnuda serpiente-mujer
preñada hablante
embrujante partera
hechiza labios
lenguajea expectante
bífido aserto escurridizo
quema las comisuras
espirala círculos nominativos
en la fuente genésica
del principio la nada
retoño germinal
que florece a nuevo
con cada lectura.

Prueba

Me toma ese aire
escaso y ruidoso
afuera es montaña rusa
desenfocados transeúntes
trabajadores de lajas rotas
y una mesera prefabricada
me puedo ir
desaparecer (desaparecer)
nadie sabe mis números
anónimo y brunoso
en esta no silla que deshabito.


Allá es sol, acá primavera
suelto palabras y fantasmas
repruebo los intentos
(la máquina de café es intensa)
el mozo ahora es él
retira todo, menos mis miedos
y limpia la superficie sin dueño ni placa
pasé por acá
ya no estoy
(sigue el taladro. Ellos
viven afuera)

Mayéutica

Carga feliz que porta
un futuro en sí
que brilla en los ojos
de la que lleva y puebla
el presente de promesas.
Un ser que quiere ser cuerpo y aire
transformará sus agallas
en coraje humano
desgarrando con su llanto
un telón de incógnitas
en la intriga de los otros.
La cara y las manos
del que fue soñado
entre cuerpos entresijados
afectos enlazados
para desanudarse en un aliento
de esperanza renovada en este mundo.

BN

Desparrama su cuerpo
en las sábanas,
mira con desapego
pero no mira, me contempla
blanco y Negro en el recuerdo
de esas tardes apagadas,
que tanta penumbra arrojan
al que presiente
que las horas pasaron
sin pesar, sin pensar,
y en la vida se fue la vida
con aliento presuroso
moldea el presente
fragua el pasado.

Ríen


Se ríen, se ríen
la pasan bien,
celebran el momento.
No les puedo ver la cara
las escucho en medio del murmullo
del café.
No distingo palabras sus risas
las tragan y devoran
con cada movimiento
de sus mandíbulas.
Disfrutan
estar juntas se viven
de ese modo
para incorporarse al torrente
de los recuerdos
que las hará vivir
más tarde mañana
cuando la evocación
tardía traiga a esa tarde
fría afuera / cálida dentro
en compañía
querida y celebrada.
Se ríen, ríen.

TE con ESPEJO



Me gusta el té de manzanillas
en invierno, edulcorado.
Mirarme en el espejo y verme
contra un fondo neutro azulejo
que deja ver el paso del tiempo.
Ayer migró, hoy se viene,
me aborda de prepo, así,
como un pirata que se dice corsario,
qué se halla al servicio
de una corona que se quiere anónima,
que no da la cara y
no se deja ver
ni siquiera en los trazos
caprichosos de mis crecientes
arrugas y surcos.

EMPRESA Y ALGO MENOS

Downsizing resizing
no riman
en éste idioma
pegan, más que nada.
Re-ingeniería del alma
lifting del espíritu
transformación lipoaspirada del ser,
en un montón
de palabras vacías que ocultan
la plus valía del amo
al esclavizar la mente
con renovados dogmas.
Iglesia electrónica de gurúes nórdicos
lejanos, distantes, videados,
propalan su verdad
adoctrinadora
que insufla
en el vacío del trabajo
un como-sí aterrador,
retorna y vuelve a comenzar:
downsizing, resizing. Letanía.
Vuelve una nueva reingeniería,
ahora siliconada
no sea cosa que se note a nuevo
lo que siempre
ha faltado.

1.

Veo a la gente transcurrir
me desespera ese espejo
tránsito y paso
hacia
oropeles éxitos
orgiásticas colecciones y acumulaciones
demoledoras
para que se esconda de sí.
Al aferrarse desgarran
paredes duras estructuras
de lo que huyen definir aumentando
los vacíos que deja
el ad-venir algo
que salga del guión
sorprenda atrape y muestre
el otro lado del espejo.

Empresarios


Se apropian indebidos
de la carne a destajo
la atrofian
arrogándose derecho divino
natural entre sus alas
batientes en la rapacidad
de sus vuelos en picada
se apropian mal debidos
de órganos de un tajo
los crujen
bajo sus pies
se encogen y consumen
en débiles dimensiones
intrincados abismos
de sumidos mundos
alterados y trémulos
cinturones de lascivia
apretados y desbordantes
vientres fofos.

Noche larga


Un dos tres
estoy borracho
solo ahora
tengo
y el pasado
se borró es cierto
si me cuido
el presente
submerge lo que viene
surge
me impregna
me llora
me joroba
me desborda
cuatro cinco seis
muero en este acto
surtido de alivio
siento el peso
alivio en este un texto
un textimonio
moño perdido
siete ocho nueve
entre fracs y smokings
exorbitados de casamientos
- mientes canalla!
siente este olor
asfixia
evaporado,
vamos.

Ataque


Anónimo innominado
sumergido entre trazos
desenfoque de autor
estira los mundos
ene ene
innombrable
reconocimiento atrevido
despojado de atavíos
sigilosa bajo tierra
rasguña un lugar
sin derecho
n n n n n n n n n n n n n n n n n n n n
ni posesión un ene lugar
desenmascara
lucha perenne
poder extraviado
menea las pupilas
nene o nena
o no hay nada
en los ojos
borrosos
ojos de negados.

Onocronos

El tiempo es una onomatopeya
fiuuu ya pasó
pssst un llamado
fue con dale
ya casi fin de año y pasa volando
ojalá
es una imagen
del viento en su paso
es una duda sobre la hora
inalterada por la luz ambiente
invocado por relojes derretidos
en aluviones nucleares
un color deshecho entre lágrimas
por lo que ya no es
innumerables esperas
lo que se reclama
en las oficinas de la vida
y la muerte.

luz a sombra

La luz me asombra
en su paradoja
ensombrece cuando ilumina
fuerte, genera contraluces agresivos
suave, modela perfiles amorosos
a veces siniestros
su ausencia no es negro
los colores son su misterio
el gris una ilusión humana (en papel)
de frente enceguece
por detrás oculta
siempre de a pares
se deja estar en el atardecer
estalla cuando clarea
reivindica lo perdido
exhibe las arrugas que la noche simula
al miope lo guía
se esfuma en los pasillos
y se hace cuadro en los museos.

luz asomada

Se asoma apenas
tu mirada y la luz
colgada sin peso
adivino el movimiento
casi sordo al distraído
y tu regreso a mí
es regocijo adormilado
cunado quiero estirar
la noche cobarde
huidiza.

Ulular

Viento de la locura
crepuscular
tramado en signos
lenguas milenarias ululantes
atavismos del ser
ecosonidos de valle
a la hora de brujas
y burbujas
infantes en mimo
avezados cambiadores
impávidos.

La noche no cede
el día no cesa

Espectral límite
cuerpos sin sombra
sumergen y exhalan
palabras sin sentido
(no son palabras)
acertijos sin clave
(no lo son)
¿el día de mañana
seré el de la noche?
El de hoy perdido
simularé mañana
ser.

A la lettre

Inversión de la letra
oscuros pasillos
me busco en sueños
no me veo
estoy sin ser y me percibo
relato:
falto a la cita
soy desnudo imprevisto
incompleto la tarea.

Reconvierto el texto
sin serlo
me acorazo
en círculos cerrados
pronto en coordenadas
creados por impróximos
soy el otro:
puntual
correcto
huye de sí.

Pesadilla redespierta
bordes
plegados
cerrados
cerrados y cosidos
yo dentro
dentro de mí
iletrado.

Noche

Pido la noche límpida
sanciono lo turbio
mido los gestos
suplico un tramo de luz
sin palabras ruego
al entrar a ellas
suspiro fuerte y espanto
de las sábanas
restos del día
migas de sinsabor
sueños sin despertar
muertes prematuras.

Paz

Hacía tiempo que no me iba a dormir con tanta paz interior.
Me parece que fuiste vos, vos que te sumás a mi yo. Debe ser por esa magia de las operaciones matemáticas con los humanos: cuando sumas una persona más otra, da mucho más que dos, y si restás las mismas cantidades, terminás en un número negativo. Nunca cero que es neutro.
La noche fue larga, sumida en un sueño en que la vida era más larga y plena. Me desperté pensando que este ahora prolongado de nuestra existencia compartida, genera futuro. Mucho más que un presente o un pasado. Me hacés divertir, me das paz. La visión de tu cara, con los restos del día hechos contraluz, y un poco de color por tu verde en los ojos, me llena de emoción. A veces me pregunto por qué mis manos acariciándote son parte del recuerdo, y la respuesta que ensayo es que debe ser porque mis manos nacen en lo que vos me generás.
No son mías, son nuestras.

Justo

Justo cuando
mi mano se duerme, mis piernas se acomodan
los ojos se escapan, me pesan mucho
mi mente se enlentece, adormilada, envejecida
las ideas vienen
desespero
toman forma, son perfectas, completas...

No puedo reponerme
la musa pasa


ahí lejos
escurrida
y este plagio
de lo que pudo haber sido:
sinuosidad de voces
el verso perfecto
la apertura de ese poema
una jugada nunca vista
refulgente jaque
al rey del sentido destronado
nuevo desorden amoroso del lenguaje
apropiado, sin escritura
ni contrato.

Ciudad

No hay nada
como una esquina vidriada
vidriosa
el tacho naranja explota
la sirena es fondo
la espera de una luz
vadear ese flujo
que me amenaza
ahí.

Estuche negro

Estuche negro
sorpresa en su contenido
un muerto, una alhaja
un sinfín de ideales
y mi deseo
de no transitar.

Ensa(yo) en penumbra


Te veo a contraluz
la vela no opaca tus ojos
me cruzás un beso
directo.
Escribo palabras, se agotan
te espío, en el vidrio
se dibuja una sonrisa
la inspiración es sombra.

Me atonta el día, la esquina
el borracho monologa
(no para) en la mesa del centro
este bar, en un día
nublado.

Me aquieto, corto el aire
la música es distante
volvés a mí, como tiempo
ya no veo casi poco
o nada.
Surcado en la frente
es señal de mal tiempo
granizo dañino
un poco de viento irregular
no llega a refrescar
es oscuro el panorama.

Si venís a mí
te espero desvelado, a menudo
no me pasa
solo en esta espera

en penumbra.

Invitación




Plegaria

Activo pretendo
Bordear lo indecible
Cifro esperanzas
Deduzco lo eterno
Estimo distancias
Fecho las alegorías
Gimientes
Heroicas
Incógnitas métricas
Juegan en éste
Kilómetro de letras
Leves a la vista
Nano minúsculas
Opacadas
Para el no avisado
Que ciega su
Reverenciado
Saber del
Todo
Urde lo que
Vela el otro (¿Dios?)
W dos veces V
cae por peso propio
y el juego así se
revvela
X desconocido
Yo
Zarpo al fin.

g.

Me descamo y
mis ajadas partes
como el retrato
oculto de dorian g.
libran
contra el tiempo
una batalla imponente
fuertes temporales
ceden a la presión
bitácoras ocultas
de otros tiempos
registros sin sentido
batallones y cruceros
focos de insurgencia
descascarando los miembros
revelando el hueso
más crudo
caído y sincero
sin estéticas ni retoques.
así como es
para que sea.

Atemporal

Desconspiración atenta
en órdenes superiores
exhibe sus garras
agarrota los músculos
ojo avizorante
estudia
divisa
una mirilla

Estribaciones del horizonte
estupor sin respiro
fiera destripada
y un cielo límpido
enceguece
jaquea

Ayer fue un montón
estipulaba condiciones
contratos del alma
hexágonos
vértices
disipaciones insólitas
que cubren
lo invisible tornado
enternecido

Desconsuelo de futuro
en radiaciones
carabelas
torres y fortines
fijan límites
a lo indecible
nadie sabe qué
ni sabrá

Juegoteo de índices
poderosos
hablan y hablan
candiles
por una vela susurrante
fulgura el silencio
en la soledad
serrana y montañosa
llanura asimétrica
tambaleante.

Anx

Me degluto el plato
su contenido ansioso
y creo, y creo
el triste retraso
que se enfría
en la espera y la angustia
que es la desespera
de un plato
caliente
antes que se vuelva
frío descontenido.

Barroco

Apóstrofe o comillas
entre paréntesis malformadas
la vida puede ser
eso que se encierra
no desagota en el verbo
se desgasta en sustantivo
estimula formas proverbiales
del ocaso
se encarama sigilosa
como fuente
suprema
derrama sus estigmas
religiosos, místicos, desgarradores
a lo más cordial
de la frase que somos
en ciernes, deshilachados
estupefacto ante esto
que no se deja engatusar
ni parafrasear.
Soy sin serlo o queriendo
lo que vos querés o ellos
me sumo en silencio
para oir
rezumar en cabestrillo
quebrado
resumo y me alejo
mirando estos garabatos
atrapados en viejos renglones
apostrofados sujetados
ahora liberados
de mí
en la mano que se lleva
mis ojos
torbellino frenético
que se aquieta
frente a este
final.

Ocurre

Te veo sin luz adivino
tu forma en curvas
estimo
la llegada al punto creo
en el sitio justo
siento
en vos.

Aireado

Desde el cruce más cierto
enjambre sin panal
hogar delicioso del estío
un sendero sin destino
certeza de la sencillez
extrema en lo natural
noche día lluvia seca
frío agobio calidez fresco
y un nuevo silencio
quebrado sólo por esta
palabra.

Espía

Extremo y lejano
occidente próximo
acercamiento dudoso
en esta urbe pegotosa, lívida
en verano de olores turbios
tropiezos de hojarasca otoñal
redonda en sus esquinas
visiones de embeleso
sumergidas
sillas portantes de escrituras
y apenas un espacio
entre el café y el diario
para humear los dedos
entre azúcar y un lápiz
enredo de hojas diarios, libros,
alguien que mira
desde lejos
(¿espía?
¿cuál es su derecho?)
me veo cuando lo veo
el vidrio a través
y un semirreflejo
casi nada
y miope no distingo
una sombra
un rostro
que ya pasó.
Fue.

Fénix

Padre fénix
ceniza de gólem
nadie muere por tu frente
elevada inscripción del ser en sombras
rincón falible
óseo, muscular, con alergias
humanas hasta la médula
(o la masmédula)
sin saber garantizado
desmaldice el pasado.
Nunca las glorias
pasadas fueron
lo que ahora en mi memoria
son y como tales
resuenan.

La recorrida

Me dije que era lo mejor para pasar el día, o al menos la mañana. No me equivoqué. Hacía poco frío. Menos mal. Éramos una pequeña legión de extranjeros. Algunos ponedores de invitaciones que nunca serán correspondidas, otros lectores susurrados de textos varios que no serán releídos, y un puñado de compulsivos recitadores de plegarias que jamás serán escuchadas. Quizá, había otras variedades que no pude distinguir (la próxima me prometo estar más atento).
Un paredón disimula este mundo del externo. Es verde el prado que domina la vista y un edificio austero enmarca el ingreso. Ya adentro, una prolija computadora espera la consulta: es como una guía Filcar virtual, que en vez de indicar el próximo destino, los aproxima al destino final de los que permanecen allí. Y es un día en que todos saben lo que hacen. Seguramente intentarán poner fin, una vez más sin resultado, a una conversación inconclusa, un reproche nunca formulado, un dolor lacerante que no cicatriza.
Ver a mi padre allí, eternizado en su foto, es un poco menos gélido que la visión de mi abuelo. No lo recuerdo, y así su gesto queda congelado en ese que veo (mi tía dice que me parezco a él). La charla no cesa. Mi padre no me habla. Mi mamá, caminando, recuerda nuevamente la escena en que mi abuelo cae fulminado delante de mí. Tengo nueve años. Domingo. Ayer fue mi cumpleaños y estuvo lindo el festejo. Tenía nueve años y había que celebrar en voz baja porque justamente, él estaba en casa, padeciendo alguna dolencia que yo desconocía. Y ese 4 de mayo a la mañana, mi madre recuerda sus gritos y yo los escucho hoy. Creía que fue mi abuela que, en el desastre, había tirado una azucarera que estaba bajando de la alacena. No. Había sido mi mamá. El valium es lo único que recuerdo de esa mañana de olvido. Los ojos bizcos de mi abuelo, su cabeza contra la puerta, y que me llevan. No se adónde. Me llevan. Así es con los chicos. No saben adonde los llevan, se dejan cuidar. Así muchas veces hice con mis hijos.
La recorrida, ese funesto paseo, no podía ser completo, si no visitaba a mi tío. Nunca lo conocí. Murió cuando él tenía 14 años, el 12 de octubre del 45 (qué fecha, qué año), en una frustrada salida a la cancha. Mi papá, que le llevaba dos años, había deslizado muchas veces, que ese accidente fue negligencia de él. Mi tía (la misma de antes) sostiene que el tío Carlos era un ángel. Que era tan bueno, que estaba destinado a no vivir más. Quizá ella me quiso decir algo que Cortázar escribió en la historia de los seguidores de Glenda L.: para ser eterno, hay que retirarse antes de que la vida obligue a mancillarse. Así es la vida: si la vivís intensamente, ya no podrás ser parte del santoral. La de Carlitos es la única tumba de esa época que conserva la foto. Es en la zona del cementerio donde están los chicos. Los niños, entonces, ahora podrían ser los abuelos. Hay una que siempre me entristece: un chico que no tiene foto, se murió cuando tenía nueve meses. Nadie lo visitó nunca más. Ni siquiera para pelear con él.
Hace frío de a ratos (me parece que es en los huesos), pero tanto caminar me dio calor. Por suerte alguien me espera hoy. Me parece que voy a volver a cruzar el paredón. Prefiero enterrar muchas cosas entre los recuerdos. Son legión.
Hoy es el día del padre.

Apenas

Un tramo de soledad
no es plena
es apenas un refugio
punto de encuentro
fulgor de uno mismo
cruzando los ojos
en el horizonte
más cerrado.

Velada

Pasar de la risa
a la descompostura
y del vino
al vómito
en pocas horas
asco sentido
tripas de un baile
inconcluso
pescado sin digerir
eso
se lentifica
en las palabras
la garganta
tráquea desairada
ganas de dejar
un espacio
tiempo
que se escurre
en la noche
sin velar.

Inspiración

Un genio atraviesa
el aire oscuro
silbido en la penumbra
me convoca
suelta un número
ideas, imágenes, afines
se embadurna en carnes fofas
con sabiduría prestada y dobla
en cada recodo un filo
roma desnudez
pertinaz obsesión
de suponer que este texto
fluye desde mí, límpido
sin mayor
inspiración.

Rest


Las sumas
no vuelven
faltante
negrura de tormenta
sólo rojo el cuerpo
todo oscuro
salvo el resto.

Repatriación forzada
brillan las manijas
féretro espejado
rojo y negro
encriptado brillo.

Acorazada noche
del tiempo
encapsula la vida
expansión protuberante
pasa de mano en brazo
despedida
adiós
salvas.

Río Hondo celeste
lluvioso
corazón a bruma
fila que vuelca
espaldea
canto
negro rojo
prefabricado rezo.

Hipocresías
hundidas en regla de tres
expulsivas
resting in peace rip.

Ripped rasguido
hondo río surcado
reflejadas constelaciones
a diós
negro
no dicho
rojo
al resto.

rip

Trazo

Trazo mínimo delator
temo ser descubierto
mi sinceridad puede ser ardid
mi hablar doble
de mí no sé suficiente
en la espejada ceguera (especulada)
mirada ajena no vista
y una palabra estallada
aleteo del verbo (huye lejos, no lo atrapo)
y la atrocidad del prójimo
distanciando el cuerpo
descolgando su aura del ser
severos regimientos
de vidas al filo sin saberlo
obligación
espera
miro en las grietas y riscos
de mis noches
formas insomnes
espirales, tornados, azotes ahogados
giros en falso
descenso lento
me visten por obligación
pura
ardid, trazo
nada obliga a revelarmelo se.

Piel fría

Con una sensación térmica que se resiste a subir, la piel fría reclama un abrigo o por lo menos una cercanía, una fuente de calor – color - olor.
Establecido el lugar, se derrama la voz, para no generar más que un sitio, un puerto fijo del que no se pueda zarpar, o al que las tormentas no quiebren como si fuera nada.
La vida es desafío:
salir de uno para estar con otro no convertirse en otro ni dejar de ser uno y siendo uno un camino del ser existir estar fuera guante darse vuelta y apreciar advertir distinguir somos adentro-afuera quizá sólo un borde que limita como una cuasi-membrana que evita nos derramemos al mundo, o que el mundo nos inunde y así nos paralice.
Advertir, desgarrarse, angustiarse, no son cuentos que se cuentan afuera, son cuentas que se desgranan dentro.

Soñé

Soñé,
fue claro que eran iguales
mis poemas
todos, entre sí
gemelos del alma
aluvión unicolor
se reflejaban cóncavos
estirando los sentidos
deformaban el secreto
llaves, códigos, accesos
desmalezando a cuchillo
el sendero
al que sueño
que soy.

Dolor

Baila como si te mirara
nadie

Roce de ritmos
cadera, separación
reunión en abrazos
gimen unísono, hombros
trenzados pies
sinérgicos movientes
ojos entornados
desplazamiento plácido
dos en uno, sí
se mueve y acerca
otro que suma
y un tropiezo (imperceptible)
lo insonoriza el amor
invisible desorden
sacudón sin eco
todo estrujado.
Ella susurra, él se deja
deslizamiento relámpago
una ilusión de soledad.
Nadie mira
ojo insomne guiñado
libre de seducir
permiso de paso.

Como si nunca
te hubieran herido
mejilla a mejilla
ama, amo, amas
bailemos.

Inefable

III
Desplome en domingo
entredías extraviado
suspendido
de almohadones brisas
de autos con colectivos
vientos sugeridos
hojas agitadas en el bramido
reflejadas en el estirado
cuerpo del instante, medianera
polizón boca arriba colgado
lo que vendrá
desganado de hacer
culpa ociosa
remolonear quejoso
cementado en la altura
vértigo libre
caída sin peso, ingrávido
sin abrazo de fondo
punto sin retorno:
ya es casi mañana.
I
Tus ojos labraron
abandonaron los míos
a tiempo la tierra
vuelo súbito
sin cometa, alejado
y distante.
V
Asueto de sentidos
signos en huelga
redoble
engramas destronados
palabras jugadas
despabilan
desfruncen los espacios
intersticiales silencios que huyen
héroe del instante polisémico
gasas bordadas
escurridos
franqueados
retenidos
imposibles
caricia labial
entredicho
y un tamborileo de latidos
sueltos.
II
Onírico tétrico
sumergido sin asfixia
me devuelvo a mí
surjo sin aviso.
IV
Plasma insomne viscoso
agita los espejos
secos quebrantes abrasivos
desnudadores verticales
superficies inmensas de la verdad
restalla latigueando
ostras oscuras albergan
desborde indefinido
anidados brillos
por su peso agobiados
humedad incitante, (no es la que odio,
es otra)
sangre sin rojo. Acromático
espuma del acto
tensión superficial, nada
queda y espero
acá.

Mudanzas

Gesto mínimo
perdida cautela
incertidumbre ganada
náusea desequilibrante
traba
una nueva serie
espaciando las videncias
revuelco
desconcierto
disfonía
entuertos dolorosos
estertores
placeres gozosos
sombras iluminadas
en la trastienda platónica
tópica
desbalancea y dobla
a uno lo hace dos
impávido
nubosa imagen
emergente
centro negro
de espantos pasados
no siempre sucedidos
brotan
flamígeros
amargos disgustos
fríos lengüetazos

movimiento

gestos mínimos

muda danza.

Casi Junio II

Hacino los sentimientos
los acuartelo
al frente ellos
camastros
catres apilados
barracas con centinelas
alertas
sueños que se derriten
y yo
yo
desprolijo tambaleante
harapos
desmenuzado al aire
en tripas
cubriendo todo.

oye ¡oh dios!

Pliego mi plegaria
transporto el fin
y el, ella
no acuden
cerebros pequeños hincados
trépanos, al tuétano
así no.

Hacino las reacciones
sin ventilar, sin galope
veto
sumerjo
mi seminariz al aire
así no.

Casi no,
y yo así
hacinado en mí.
No acudís
palabras de almidón
alisan y raspan.

Ahora sí
no
hacino,
así no.

Pro pasado

La fortaleza no cede
a los sitios o ríos
caudalosos
enemigos montados
reales órdenes
abolengos
sangresazules.

Crezco
encoloniado
santas ritas
surgentes varas
enternecido
territorio del sol.
Fortalecido
sueño con regresos
me hundo en las butacas
más pastosas
tevés envolventes y
dientes blancos

falsos amigos
alrededor
siete veces atronadoras
trompetas
crujen el trono.

Mañana seré héroe
de papel volveré
en millones
cuando sienta ardor
de moral (y hedor)
caníbal.

Ahora es el muerto
carga
suelto deshilachado
cuatrero del cielo
fardo
sedado y un curso
que seguir
hasta la caravana
funesto recreo.

Rastro para seguir
intriga del fin
inacabado.

Bachelard: La poética del espacio

"Una imagen poética pone en movimiento toda la actividad lingüística. La imagen poética nos sitúa en el origen del ser hablante"

“La expresión crea ser”

“Se pide al lector de poemas que no tome una imagen como un objeto, menos aún como un sustituto de objeto, sino que capte su realidad específica”

"Se trata de vivir lo no vivido y de abrirse a una apertura del lenguaje”

Anna Freud

Expresó la mejor metáfora de la existencia, comparando la vida a una partida de ajedrez: las primeras jugadas son muy importantes, pero hasta que la partida no se termina, quedan algunas hermosas jugadas que hacer.

(Casi) Junio

Lento preludio
corchea a la fuerza
palabras
violencias
alienación a varias bandas
pentagrama intimidados
ultra espíados

ojos ojos ojos
o
j
o
s
sonoros
robantes
activos
simuladores de vidas y ajenas profanidades

epifanías:
sonitarias
sacralizadas

púlpitos desiertos alma
silencio
… … …
fusa santiguada
decúbito al sacrificio atadura
un reemplazo
arde sin fusa quemarse voz sin palabra

(espera)

escriba sin dictum
azada
tacto consumido
centripetea los verbos
milagros sin gracia conocida

des agraciadas
letanías ciegas arrítimicas
videncias cortajeadas
a la nada
vacío
ido
sin
voz

Agnóstitud


Sofocante
desandado

beso de ángeles extraviados en oscuros meandros sindiós ateos agnósticos amorfos cintureos de auxilios

descolgados
exilios espontáneos
de cielos siempre grises
sol opacado
lunas nuevas
fugaces luceros
vistos apenas
por ignorantes
ejércitos
columnas sinuosas
y la vuelta
entredicho mal sugerido
al maestro
mudo
recitante de cuentos sin voz
poemas desversados
en tribunales atiborrados
de vanos alaridos
desperdician el aire
puntúa
ensañando
poco y nada.

TecnOliverio 2007 (Girondiano 07)

Despedias wikis
güisquis
atiborronean transmeileados
desguglean
chatonean para intercotorrear
ayatolas posmornos
subvoceos
esfingean oracles
posvendidas segundean su laif
living, líbido
lívida
tripledoblevé
puntocomilonean a los interávidos
serveras promocidades
a-bloguean
encontradas
nodonean, redonean, ratonean
eme-pe-tres
iuchú and michú
uno más
sobrenunca y subsiempre
noumor.

Poemas en Poemario


Poema: Ma y Mario.


Fluyen. Desde ella. Versos, fuente femenina, materna, voz primigenia, por algún tiempo perdida en las duras aristas de la vida.
Mi padre: Mario, dador de lecturas, sin ser él mismo lector. Un Mecanno a cambio de una vuelta al mundo en 80 días. Una vuelta sin cambios horarios ni trampas meridianas. Al mundo en Corazón y un pequeño vigía Lombardo. Otra vuelta, un gato y un corsario, los dos negros, con un escarabajo de oro, brillante, enigmático. Re-vuelta, la carta robada en un tonel de Poe. Una vuelta más y es Poe en Mario.
Sueño palabras en imágenes. Historias fantásticas.
Poemario que contiene a Ma en Poe. Mundo generador de mundos. A veces distante, otras sin distancia. Vuelta revuelta.
Pasar a ser dador. Lo que surge: hijos desde dentro hacia afuera. Banda de Moebius en una cara.
Imagino un albergue, depósito, útero en el mundo.
Cuento y recito, recuento.
¿Será cierto o es otra vuelta al mundo?

Estrábico

“El ojo es un cuchillo que intenta inútilmente rasgar en las tinieblas que constituyen la realidad”
Enrique Symns

A simple vista
ojos cuchillo
arrancan rasgados
aquello que se enturbia
encarnan formativos
suma de ideas
inéditos deseos
intenciones en ciernes
diluye lo visible
pupila papila
escurre su apariencia
encierra y abre
discute o concilia
despoja deformes monstruosidades
interioridades embelesadas
córnea córneo
hechizo hipnosis
imagen azulina lacustre
transformada
fascina
rasguña, fractura
arrebatada en vida
de-vuelta al misterio
repudia la respuesta
pronta
cerrada
alistada y dicha.

Mayo I

Ansío:
tallar
modelar
pintar
busco la perfección.
Inútil sin cincel
vano sin arcilla
pincel seco desflecado.

Desplazado el punto
infinitesimal
recóndito se oscurece, abruma
penumbroso
luz remolona
el viento hace lo suyo.

Mío en el ideario ajeno
obstáculos mínimos
imperceptible al extremo ocular
indefinible estándar o estandarte
la enseña izada
recicla la corriente en sentido
contrario

Cincel, arcilla, pincel
romo, pétreo, descascarado
rompo y reparo
cíclico otra vez
una más. Hundido
hasta las rodillas
apoyo fijo
emplazado sin amenaza.

Metonímico

Suelto pre-destinado 2

seña: un muerto. abandonado, así como así y porque sí. ceño fruncido y nada afloja: rictus. diseño di-seño, de y da lo mismo. repetición sinfín de lo mismo, por lo mismo, sin cesar. sin césar. háblale y díselo. no calles. el poder absoluto cela en forma absoluta. es de esta forma, no cambia. celo es estro: hormona en estado puro y nada en el afecto. cielo porque si, el lugar del muerto. un cuerpo bajo la lluvia implacable e insana. señado en la organización sanpedrina perfecta ¿admitido o no? mejor lo suelta y lo sueña para recomenzar. muerto llueve sueños en césar sanpedrino. lo quiere bajo un manto gris de imperfección rictus. es sólo y solo en ello y sello. Sélo.

Ch

Daga suelta
agachado maleficio
desmelenado entre pertinaces
precipitados no metalíferos
detractados deponen mascullan
avidez de atraso al sur
siempre más allá deriva hacia danza
trepanan
deponen dictatoriales
matinales diáfanos revolvedores
abrumados en nubosidades intestinales
casi cargosas colgantes a horcajadas
del altiplano bolivariano
chuzan chusmean mercadean
corpiños de tasa gigantes
tazas desmercaderiadas
infiní refiné
cuando sheshean y sepian
los extremados conversos
desdespaña americaundida
entroncan sin saltos burocráticos
descolonizan
desmagallanizan
desdaruinizan esta merca
canutada en chalas intricadas
trianguladas en bermudas al típico sol dado
obedeciente y dicente
al poder lo que desea
y a los suyos sus yoes
que se afanan
cuando se ufanan.

Psiq

I.
Empastillado despista
obnubilado despieza
vida acontecida
adulto aniñado
fascina los ojos
cuitas desveladas al otro
rosarios circulares
sin oraciones ni plegarias
tracciones a pura alma
hunden y flotan
lo que esconde
obnubla
obs-truso.
II.
Sueltos en el viento
se dejan llevar
arenas entreveladas
pestañas y cejas abrumadas
espuma
mar vasto
grito reflexión eco
solo longitudinal
III.
recóndito
quiere ser lo intenta
un suelto
mandala indescifrable
gnósticas regresiones
ataviados seres
entrajados enaguados
filas procesiones
rodillas al rojo
y promesas (muchas)
juramentos (vanos)
despieza los ojos
el mismo
ya no será
ni sombrasiquiera.

Sueño

Sueño con detener el tiempo en palabras:
el paso del sol, el polvillo visto contra la sombra formando ese cono perfecto de puntos blancos suspendidos. Lo veo desde la cama en una mañana con fiebre. Ya todos se fueron. A papá ni siquiera lo vi salir a trabajar. No sé si mamá se quedó. Creo. Quizá está ocupada con algo. O se fue a hacer las compras. Es la fiebre o el malestar. Y sueño despierto con ese instante en que la palabra atrapa ese recorrido. Lo paladea, lo enlentece, lo transforma, lo desvisualiza, lo lenguajea. Es otra luz. Esta vez deformada por mi estado.
El té llega. Con galletitas. ¿Queso blanco?
Afuera hace frío. Mi hermano ya está en la escuela y hoy el tiempo no es como siempre. Es extraño y raro. Mezcla de culpa y regocijo del encierro entre sábanas suaves; allá ausente y no sé si me siento tan acá. La luz ingresa. ¿O es esta otra dicha, escrita, espaciada, escandida en el tiempo hecho voz y letra de este anotador? Un renglón la aloja, como el del cuaderno que seguro voy a tener que completar mañana por no haber ido al cole.
Y se esfumó afuera, se hizo carne adentro. Queda como lo que me sostiene en ese lapso de soledad, que pulsa a ese tiempo en este tejido. Contribuí, como a mi mamá que me pedía que me quedara quieto, las manos estiradas al frente, para armar ese ovillo perfecto sin nudos. Y ensayando la búsqueda soñada de prolongar el instante, estiro las palabras con el recuerdo. Quizá lo logre, cuando inexorablemente, ya se haya escurrido.

Voy a tener que esperar otra mañana de invierno, que el sol caiga justo con la misma inclinación. Ya no será lo mismo, la repetición no funciona, ni en la copia fiel y menos en el plagio. Un tiempo en que detenga su paso, la atrape antes que toque el piso, antes que el sol se deje tapar por una nube, o el mero paso preocupado de mi mamá sirviéndome el té y batiendo el termómetro para poder saber si lo mío es para preocuparse.
Quizá no fuera ella la sombra, sino la luz.
No lo sé…
ni siquiera hoy.
Hay palabras tan grandes que me apabullan.
PROYECTO, Proyecto por ejemplo, me genera una tremenda sensación de abatimiento. La escucho y el otro me pisotea. Me hace sentir inferior. Él lo tiene. Yo no ¡Siempre es algo tan falible el futuro!

¿Cómo se le animan con un proyecto?

sinnúmero de ideas
acuden
proyecto eyecto
escurre desde el centro
zumos jugosos
algo podría
proyecto
abyecto
desde el desprecio hoy
al futuro
erecto
sentida muestra
(me proyecto)
de lo erguido penetrante
defecto
escape hacia delante
presente
incomensurable

¡Qué ganas de taparle la boca, que deje de decirlo!
Sacarle de sus labios esos delirios de grandeza, de que algo va a poder definir.
Me hace reír.
Si apenas puedo / puede / con mi / su / presente continuo, inextinguible en este momento que se escapa,
¿cómo siquiera pensarlo?
Hay gente tan tranquila con eso que cree que es su proyecto.
Si mañana se puede despertar y todo

haberse desecho en sus manos,
ido entre los dedos
agua límpida
sin rastros
sensación maloliente
la vida decapada
estaba
bajo la tapa
ataúd
Eso de creerse alguien al tener un proyecto, me da náuseas. Lo leo en los medios.
¡Claro que es más lindo ser y tener un futuro! Creerse que mañana va estar bien.

Dale que va.

Dale

¿Por qué no?

ASESINATO ENROSTRADO

Dios pregunta retórico
al mítico Caín
en un plural intrigante:
porque se cayeron tus rostros.
La respuesta está en él,
en la violencia de sus entrañas
los celos, la envidia
del obsequio rechazado.
Esconde de sí
su saber totalizador
ahora totalitario,
si el otro es preferido
debe ser por error.
Los rostros caen
se enrostran verdades
la cara dice del ser
gesto delator,
ceja, ojo, comisura
rostro profundo
que son rostros
rastros
que se arrastran
para desplegarse
en vanas palabras
al aire.
Triste Abel ya no podrá
escucharlas.
Ansío:
tallar
modelar
pintar
busco la perfección.
Inútil sin cincel
vano sin arcilla
pincel seco desflecado.

Desplazado el punto
infinitesimal
recóndito se oscurece, abruma
penumbroso
luz remolona
el viento hace lo suyo.

Mío en el ideario ajeno
obstáculos mínimos
imperceptible al extremo ocular
indefinible estándar o estandarte
la enseña izada
recicla la corriente en sentido
contrario

Cincel, arcilla, pincel
romo, pétreo, descascarado
rompo y reparo
cíclico otra vez
una más. Hundido
hasta las rodillas
apoyo fijo
emplazado sin amenaza.

Al momento

Punto aparte
Desnudo el día
escurrido descamado
recuerdo perdidas
añoranzas de vida
nostálgicas despedidas
en nuevas sensaciones
retornos de la memoria
inquisiciones des cubiertas
de lo que nunca fue
o no puedo saberlo.

Punto seguido
Creación del momento
convocado en este otro
que no soy
incompleto recubre
lo que hoy está
girando los segundos
raudos esponjosos
atrapados en redes
instantáneos
pegados voladores
en tramados
telas adhesivas
sin remedio
ni terapia
recomendada

JETONEO

Café con humo esquinado
ochava de la conversa
de la confesa, lagrimón
llorar nunca, no es de hombres

Acera de hoja otoñal
tras vidrios luce límpida
cara laxa, atenta al paso
risotada never, es feo.

Cordón recontra desatado
reencuentro en un punto
es infinito amigo
del alef, sueño porteño.

Vereda re-manguereada,
atenta a los que dejaron
los pasos en transición
que es de gente bien, saludar.

Catálogo de silencios

Entre
una nota y una corchea
el sonido y el compás
aquel silencio
(¿se escucha?)

Entre
esta palabra
y
la siguiente
este silencio
(se percibe?)

Entre
un amante y su amado
el amor y el resentimiento
varios silencios
(¿se sienten?)
Entre las bombas y las sirenas
y la paz que no llega
el silencio aturde
(¿duele un poco?)
Entre
alumnos, empleados,
lacayos, esclavos, sometidos
de la tierra
el silencio es la regla.

En medio
de la sordidez, promiscuidad,
entrega, bajeza, traiciones y
mentiras
los silencios espantan
(¿se huelen?)

Entre vos y yo
ellos
conmigo mismo
El silencio es el remanso

Catálogos
Cata sabor añejo
Logos en la mudez
antes del llanto amniótico
Silencio inicial

Cura
Ensordece
Pacifica
Alumbra
Silencio final

YO

Se cuenta un cuento,
el del yo en el ser
y ser el mismo
que ayer.
Así la angustia del dormir
no es desaparecer, sino parecer
creer que yo soy yo,
el mismo el de siempre,
una narración ininterrumpida
del otro en mi que soy yo,
y me lo creo.

EMPRESA Y ALGO MENOS

Downsizing resizing
no riman
en este idioma
pegan
más que nada.
Re-ingeniería del alma
lifting del espíritu
transformación lipoaspirada del ser
en un montón
de palabras vacías
que ocultan
la plus valía del amo
al esclavizar la mente
con renovados dogmas.
Iglesia electrónica
de gurúes nórdicos
lejanos, distantes, videados
propalan su verdad
adoctrinadora
insuflan
en el vacío del trabajo
un como-sí aterrador
retorna y vuelve a comenzar:
downsizing, resizing. Letanía.
Vuelve una nueva reingeniería,
ahora siliconada
no sea cosa
que se note a nuevo
lo que siempre
ha faltado.

Un segundo antes

En ese exacto momento
que otros ven un resplandor
y hacen balances:
no quiero estados
resultado patrimonio cuentas saldos
ideas o pensamientos
nada que me piense
que me señale
ni una palabra.
Nada de eso.

Quiero una avalancha
de imágenes
vistas en caleidoscopio
volcán de escalofríos
erizando mi piel
sonidos con olores
golpeando fuerte al fondo
nasales auditivos
intensos colores apegados
soltando mis humores
vitreos y los otros
éxtasis de ojos bellos
labios hermosos
besando
suave
y besándolos.
Sólo eso.

Y vos
que me diste el ritmo
que me dejaste ser
que me hiciste volver
desde allá, lejos
acá
cerca.
Quiero sentir
que puedo
dejarme ir
Ser.

Casi

Es lo que puedo
en el momento
entre esto y aquello
lágrimas casi

Contraste
a veces atrapado en mi red
otras largado sin rumbo
y siempre girando

Desconsuelo
al límite
miro el desfile
y pasa mudo

Estruendo
me hace un nudo
con puños cerrados sostengo
y se me cae

Sosiego
al fondo con luz
sombrío final
y me deshago

Quiero más
abrazo y aprieto
me fuerzo y gimo.

Así
el tiempo
es el fuerte del duelo
tenaz refugio de la esperanza

No me aprietes
soltame
y soltate.

Palabrales

“El jardín es verde en el cerebro”
Alejandra Pizarnik

Erario tesoro acervo
palabra sumida y librada
encuentro atomizado fonémico
estallido de sonidos
escapan del tránsito embotellado
de verborrágicas expresiones
[hechas]
retornan a su refugio
vítreo, cristalino, murmulleante
donde el ser obló el diezmo
aumentó el follaje íntimo
desplegó la cita
desgarró el músculo
meníngeo
y dar vista a la torsión
del árbol en la rama
ocre caída otoñal
en el cerebro verde
ve ciego la nada
el descabellado
interior esperanza
futuro tesoro pleno.

De Lacan

Cuando el hombre buscando el vacío del pensamiento, se adelanta en el resplandor sin sombra del espacio imaginario, absteniéndose incluso de esperar lo que puede surgir de allí, un espejo sin brillo le muestra una superficie donde no se refleja nada.

Rincón marpampeano

Génesis

Obstinado poeta
busco vocablos
en los burdeles del idioma
inventados por lunáticos transgresores
en su cotidiano viaje a las quimeras del comunicar
para construir mi universo de utopías.
José Marachly Levy
un sonido plateado de eucaliptus
un olor amarillo de acacia volcada hacia la nada
un vendaval de olas
un hechizo de espuma
un sendero de arena disperso por el bosque
verde, amarillo, ocre, azul sereno y calmo
la vida se enreda entre mi pelo
María Cabanne