Noche

Pido la noche límpida
sanciono lo turbio
mido los gestos
suplico un tramo de luz
sin palabras ruego
al entrar a ellas
suspiro fuerte y espanto
de las sábanas
restos del día
migas de sinsabor
sueños sin despertar
muertes prematuras.

Paz

Hacía tiempo que no me iba a dormir con tanta paz interior.
Me parece que fuiste vos, vos que te sumás a mi yo. Debe ser por esa magia de las operaciones matemáticas con los humanos: cuando sumas una persona más otra, da mucho más que dos, y si restás las mismas cantidades, terminás en un número negativo. Nunca cero que es neutro.
La noche fue larga, sumida en un sueño en que la vida era más larga y plena. Me desperté pensando que este ahora prolongado de nuestra existencia compartida, genera futuro. Mucho más que un presente o un pasado. Me hacés divertir, me das paz. La visión de tu cara, con los restos del día hechos contraluz, y un poco de color por tu verde en los ojos, me llena de emoción. A veces me pregunto por qué mis manos acariciándote son parte del recuerdo, y la respuesta que ensayo es que debe ser porque mis manos nacen en lo que vos me generás.
No son mías, son nuestras.