Dos poemas de poetas sobre los poetas (y yo al final sobre el arte de poemizar)

El Albatros
por Charles Baudelaire. “Las flores del mal”

Por divertirse a veces suelen los marineros
cazar a los albatros, aves de envergadura,
que siguen, en su rumbo indolentes viajeros,
al barco que se mece en la amarga hondura.

Apenas son echados en la cubierta ardiente,
esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
sus grandes alas blancas abaten tristemente
como remos que arrastran a sus cuerpos pegados.

¡Este viajero alado, oh qué inseguro y chico!
¡Hace poco tan bello, qué débil y grotesco!
¡Uno con una pipa le ha chamuscado el pico,
imita otro su vuelo con renqueo burlesco!

El Poeta es semejante al príncipe del cielo
que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;
entre mofas y risas exiliado en el suelo,
sus alas de gigante le impiden caminar.

Versión de Ignacio Caparrós (Ed. Alhulia. Colección “Crisálida”, nº 20. Granada, 2001)

Autopsicografía
por Fernando Pessoa

El poeta es un fingidor
finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que de veras siente

Y quienes leen lo que escribe,
sienten, en el dolor leído,
no los dos que el poeta vive
sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
distrayendo a la razón,
ese tren sin real destino
que se llama corazón.

Versión al castellano de Santiago Kovadloff

YO

Poeta albatros fingidor
negativo de la foto
se escurre de la imagen, la inventa
pixela a los otros en mentiras
se enfrasca en su palabra
escurridiza escala a la verdad
íntima y desdeñada
en marineros furibundos y brutales
por las bordas de sus vidas andan
convencidos que lo cierto es inmediato
burlan a ése que se inventa
como cuadro instantáneo sepiado
lejano, mentiroso
y autobiográfico

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena la elección de estos 2 poemas para el blog de otro poeta!
SF