En la cúspide del árbol, su copa
lleno de hojas fuera
son compañía las mujeres
en la mesa, al lado
me recupero de esa hipnosis
sumergida en vidas ajenas
imagino discursos, placeres y enriedos
al instante la olvido
y el árbol alto no lo diviso
es un matorral desde acá
cuando los ajenos se van
su mesa es ya de otro
propiedad transitoria urbana
del café sin nadie.
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