ESCRIBIR (prosa sin objeto fijo)

Pasión por el papel impreso
temor frente al papel en blanco,
no se plasma tan fácil cuando
es la propia escritura
Poco a poco
empieza a soltarse desamarrarse lo que llevo adentro, fluye desde y por los dedos apresurados no quieren dejar escapar lo mágico el instante la cuota de mínima inspiración que precede al trabajo.
¿Cuánto es memoria de otros textos leídos?
¿Cuánto hay de propio y singular?
Funes, el memorioso no podía dejar de recordar, y era tanto el detalle que albergaba en su memoria que no generaba totalidades en su mente. Todo era recuerdo denso y a la vez distinciones demasiado sutiles de lo real. Finalmente muere de una congestión, o lo que se podría llamarse –sobrecarga-
Si olvido lo leído
surge la “primera vez”
original sin copia.
Si me acordara de todo, no podría crear, si todo fuera reflejo de lo ya leído que se transparenta en este texto escrito por mí, entonces todo habría perdido el sentido.
Si bien recordar sirve para no repetir, y éste es un justificado grito de guerra en la política, olvidar en la creación sirve para no darse cuenta y entones,
sólo entonces,
no repetir.