TE con ESPEJO



Me gusta el té de manzanillas
en invierno, edulcorado.
Mirarme en el espejo y verme
contra un fondo neutro azulejo
que deja ver el paso del tiempo.
Ayer migró, hoy se viene,
me aborda de prepo, así,
como un pirata que se dice corsario,
qué se halla al servicio
de una corona que se quiere anónima,
que no da la cara y
no se deja ver
ni siquiera en los trazos
caprichosos de mis crecientes
arrugas y surcos.