A veces escribo congestionado
un intenso tráfico detenido
o todo lo contrario
ideas veloces que me golpean
para estacionar en papel.
Otras lo hago por malestar
lo que no bajo y trago
escribo
expulso lo que trajeron
otros
los oídos
los ojos.

Voy al papel muchas veces
en estado hipnótico
mis miembros rígidos
sin querer sucumbir
desencanto.

Me parece que tengo pocas certezas
de algo más allá
del blanco ensuciado con mis garabatos
tacho (tachar esto por favor)
ante el silencio de pavura
uso las palabras
aunque sólo sirvan
frente a la soledad descosida

como recurso a mano
y eso basta.

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