Café con humo esquinado
ochava de la conversa
de la confesa, lagrimón
llorar nunca, no es de hombres
Acera de hoja otoñal
tras vidrios luce límpida
cara laxa, atenta al paso
risotada never, es feo.
Cordón recontra desatado
reencuentro en un punto
es infinito amigo
del alef, sueño porteño.
Vereda re-manguereada,
atenta a los que dejaron
los pasos en transición
que es de gente bien, saludar.
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1 comentario:
Algunas esquinas
sin ochavas
Habrá, es posible, es probable, es
un asesino.
Entonces la huella, la sangre, la
no podrán ser borradas.
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