Las conversaciones del día se aplastan
apelmazan unas con otras, son voces
en el teléfono o celular, escritos
leídos en pantallas frías, distantes
emoticones sintéticos que no dicen
nada.
Me esfuerzo por distinguir las caras
superpuestas capa sobre capa, rictus
bocas que se mueven
anoto en un cuaderno lo que olvidaré
seguro
a la noche todo lo recuerdo
excepto días como hoy
que me aplastaron apelmazaron estrujaron.

Trato de poner la emoción
perdida entre tanta pérdida.

Me irrita tanto desperdicio
las trivialidades y humoradas en las que me mezclo
sonrisas inútiles que suelta mi cara
mis ojos ven borroso
saludo a las sombras móviles
al fondo
y en el baño hablamos frente al espejo
naderías
mientras nos lavamos los dientes
olemos sin decirlo
disimulamos lo que nos iguala
desechos que dejamos al amo y señor
a la voz inaudible que dice:
sos mío
la conversación es lo que desagotamos
hacemos fluir en el cauce
entre tanto caudal
de justificaciones para seguir
y seguir
vivos.

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